Esta ciudad mágica de un millón de habitantes está a medio camino entre las montañas, el desierto y el mar. Reserve su viaje a Marrakech y…

Conozca los encantadores de serpientes

Hay que acudir a la mítica plaza Yamaa El Fna. Este es un epicentro efervescente, con animales, acróbatas y los famosos zumos de naranja. Igualmente caóticos y estimulantes son los zocos, donde todo se vende y todo se negocia, y regatear es la norma. Explorar la medina constituye un programa imprescindible.

Monte en calesa... o en quad

Además de los mercados y las tapicerías locales, Marrakech está hecha también de lujo, mansiones y casinos. Y de preciosidades como la Mezquita de Koutoubia (siglo XII) y los vestigios del Palacio Al Badi. Y después de pasear en 4 × 4 por las arenas del Sáhara, nos espera el té de menta en las terrazas de Yamaa el Fna.