Bruselas

La ciudad sede de la Unión Europea va mucho más allá del Atomium y de la estatua del Manneken Pis. Y le gusta hacer las cosas a su manera.

Mézclese entre la multitud en la Grand’Place
Su esplendor, que va desde el gótico al barroco, hace de esta una de las plazas más bonitas de Europa. Así como la Catedral Saints-Michel-et-Gudule, que tardó nada menos que 300 años en ser erigida. Pero Bruselas es también art nouveau — Museo del Cómic — y art déco, visible en la Basílica del Sagrado Corazón.

Salga en busca de Tin Tin
De los tradicionales gofres a las patatas fritas, y de las trufas de chocolate a la cerveza belga. Encontramos la típica Bruselas, que es preciso probar, y la herencia artística, que no nos podemos perder. El Museo de Bellas Artes es un buen ejemplo, e incluye una sección dedicada a Magritte, nombre mayor del surrealismo. Y para terminar con una sonrisa, ¿por qué no pasar una buena tarde en el Museo Hergé?