Viena, el Paraíso de los Melómanos

Desde hace varios siglos Viena tiene fama de ser una ciudad musical, ya que ha ofrecido al mundo alguna de la música más emblemática de la civilización occidental. Aquí han vivido y trabajado varios grandes compositores de música clásica y erudita, desde Mozart y Beethoven hasta Strauss y Schönberg, presentando sus trabajos en varias salas de conciertos y óperas que son hoy auténticos referentes de la ciudad.

Orígenes de la tradición

Podemos señalar varias razones para la fuerte tradición musical que encontró en Viena y en el resto de Austria. Por una parte, la práctica y estudio de la música forman parte de la propia identidad cultural del pueblo austriaco. Por otra, el inicio de la Era Moderna, a partir de los siglos XVII y XVIII, se vio marcado por la Ilustración y el apoyo a la cultura por parte de las élites locales, gobiernos y entidades religiosas. 

Esta dedicación a las artes en general y a la música en particular es visible en varios monumentos y edificios históricos de Viena… y audible en la música de compositores austriacos de diversos períodos y estilos: desde el barroco de la ilustración (Haydn), hasta el clásico (Mozart, Schubert, Beethoven), pasando por el periodo romántico del siglo XIX (Strauss) hasta la modernidad (Berg, Schönberg). La ciudad fue también un imán para talentos del resto de Europa, como el italiano Vivaldi, el austríaco Mahler o el húngaro Liszt.

Todavía hoy, Viena es una vibrante capital musical: además de la herencia clásica visible por toda la ciudad, podemos encontrar diversas salas de conciertos y espacios culturales dedicados a la música popular, al rock, al jazz y a la música electrónica y experimental.



En Viena la música es sagrada...

Las iglesias y edificios religiosos son un buen lugar para descubrir la historia musical de Viena.  La primera etapa puede ser la imponente catedral de San Esteban (Stephansdom).

En su juventud, Joseph Haydn (1730-1809) formó parte del coro de la catedral y el vienense «rey del vals» Johann Strauss II (1825-1899) se casó aquí. En esta iglesia se realizaron también los funerales de grandes compositores barrocos y clásicos que vivieron en Viena: los registros mencionan a los italianos Antonio Vivaldi (1678-1741) y Antonio Salieri (1750 – 1825), o al austríaco Franz Schubert (1797 – 1828). Y también un cierto Wolfgang Amadeus Mozart (1756 - 1791), que llegó a ser director musical de la catedral. 

La conexión entre la religión y la música también es visible en la casa e iglesia de la Orden Teutónica (Deutschordenshaus). Este edificio albergó a varios músicos famosos al servicio de la iglesia, como Mozart que vivió y trabajó aquí durante varios años. El espacio incluye un auditorio, datado del siglo XVIII, donde muchas veces se interpreta la obra del compositor.  

Finalmente, para conocer la sensación de escuchar música clásica de inspiración religiosa en el contexto adecuado, nada como visitar la Iglesia Jesuita (Universitätskirche). En este templo, inaugurado en 1627, las misas de domingo incluyen a veces la interpretación de obras de Haydn, Mozart y Schubert, entre otros.



... y profana

Fuera del ámbito religioso existen otros lugares de la ciudad con un fuerte vínculo con su historia musical.

En la Academia Austríaca de Ciencias,  existen salas dedicadas a Haydn y Brahms. En 1813, el auditorio de la academia fue también escenario del estreno de la Sinfonía n.º 7 de Ludwig van Beethoven (1770 - 1827), conducida por el propio compositor en un momento en que ya se encontraba casi sordo (!).

En la zona del primer distrito puede también visitar la Mozarthaus Vienna. Esta casa museo fue el apartamento de Mozart entre 1784 y 1787, periodo en que escribió obras maestras como «Las bodas de Fígaro». Si prefiere el aire libre, puede pasear en el Stadtpark, donde encontrará monumentos y memoriales en homenaje a compositores como Anton Bruckner y Franz Schubert, así como uno de los monumentos más fotografiados del mundo: la Estatua Dorada de Johann Strauss.

En medio de todo ello, hay que conocer la historia y la técnica que está detrás del arte. La Haus der Musik (casa de la música), inaugurada en 2000, es un museo totalmente dedicado a la música. El espacio fue construido con el apoyo técnico de universidades, conservatorios, músicos y académicos austríacos (y extranjeros). Las exposiciones incluyen instalaciones interactivas que hacen que los visitantes se sumerjan en los procesos de composición y en la exploración de los sonidos. 

En el tercer distrito, al ansia de conocimiento puede llevarlo también a visitar el Schönberg Center, en el Palais Fanto. Se trata de un centro de investigación dedicado al compositor moderno Arnold Schönberg (1874 – 1951), conocido por sus innovaciones en la armonía y exploración de la música atonal. La programación del espacio incluye varios eventos y conciertos.


Sube el paño

Necesitan sentir (y oídos) el ambiente musical vienés en sus teatros grandes.

En la Ópera Estatal de Viena (Staatsoper) se realizan 50 grandes producciones al año, incluyendo óperas, ballets y conciertos sinfónicos realizados por la orquesta de la casa o músicos invitados. La programación es muy completa y durante la mayor parte del año los espectáculos son casi diarios.

La Staatsoper tiene su propia compañía de ópera, con cantantes residentes y una orquesta que ya ha tenido maestros ilustres como Gustav Mahler (1860 - 1911) y Herbert von Karajan (1908 - 1989). El edificio, datado de 1869, tuvo que ser parcialmente reconstruido tras un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, en 1945; mantuvo, sin embargo, su fachada y el interior de estilo neorrenacentista.

La Volksoper (Ópera del Pueblo), como el propio nombre indica, se dedica a óperas más populares y tradicionales, y es conocida por tener un calendario muy ajustado con más de 250 actuaciones por año. Por otra parte, el Theater an der Wien, inicialmente dedicado a los musicales, posee ahora un programa de ópera que incluye producciones de jóvenes artistas y compositores contemporáneos.

El escenario se llena con sonidos más sinfónicos en el Wiener Musikverein, la casa de la Orquesta Filarmónica de Viena, mundialmente conocida por sus conciertos de Año Nuevo.

Para producciones alternativas y contemporáneas, debe visitar la Wiener Taschenoper («Ópera de Bolsillo Vienense»),  un pequeño teatro dedicado a la ópera, operetas y teatro musical de los siglos XX y XXI.


Vals, fiestas y sonidos modernos

La realidad musical de Viena es inseparable de su tradición ligada a la danza, especialmente el vals, que fue la inspiración para el romántico Johann Strauss II. Este historial es motivo para la realización de varios bailes a lo largo del año; unos más populares, otros más restringidos, pero no por ello menos conocidos. El más famoso, animado por música clásica y valses tradicionales, es el lujoso Opernball de la Ópera de Viena en el mes de febrero.

Aproveche también sus paseos por la ciudad para escuchar el Wienerlied: un estilo de música popular que incluye instrumentos como el acordeón, el violín y el arpa, y una forma muy particular de canto. Existen varios lugares en los que puede escuchar esta tradición folclórica, pero el principal es el festival folk Wean Hean, que se realiza todos los años en octubre.

Debe también estar atento a eventos como el ya mencionado concierto de Año Nuevo… Pero la música no acaba aquí, en el periodo de los clásicos, y en breve se dará cuenta de que la oferta es impresionante. Vea en el calendario si está cerca de la época del Lange Nacht der Musik, un enorme festival dedicado a todos los géneros que se realiza en varios puntos de la ciudad.

La llamada música de baile (house, techno, dubstep y otros ritmos) se escucha en decenas de discotecas y clubes de toda la ciudad, e incluye eventos como el Electric Spring in the Museums Quartier, donde los DJs y músicos electrónicos invaden los museos. La música electrónica, más o menos bailable, más o menos experimental, forma parte de diversas salas y eventos dedicados a sonoridades fuera de lo común, como el festival sound:frame, dedicado a la unión entre música electrónica y las nuevas artes visuales.

También hay lugar para sonidos más pesados y guitarras: el Vienna Stadthalle es el gran estadio por el que pasan estrellas internacionales de la música pop, del hip-hop, del rock y del heavy metal. El calendario de eventos pop/rock también incluye el Donaukanaltreiben, festival de tres días dedicado al rock alternativo y a los sonidos indie.

Finalmente, otra realidad a tener en cuenta es de importancia innegable del jazz. Existen varias salas y clubes dedicados al género, que está totalmente introducido en la identidad musical de Viena. Destaca el club Porgy and Bess, una de las mecas del jazz europeo por la que pasan regularmente músicos de todo el mundo. Durante el verano encontramos el Festival de Jazz de Viena, evento con prestigio internacional que atrae al público originario de todo el continente y más allá.

Se hace difícil trazar un recorrido en medio de todas estas opciones. Además de la cantidad y la variedad, hay que tener en cuenta la calidad propia de una ciudad con siglos de dedicación a las artes. Aquí, una gran herencia histórica va acompañada de una sensibilidad vanguardista, una realidad que todavía hoy hace de Viena un lugar imprescindible para los amantes de la música.

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