Algarve, un Sueño de Verano

¿Qué tiene el Algarve? Tiene todo para recibirlo tan bien que, muy probablemente, va a querer volver siempre que tenga ocasión. Es que el sol brilla casi todos los días para calentar el mar que llega a las playas en varios tonos de azul. Es un lugar donde hay de todo: caminatas por la naturaleza, encuentros con la tradición, la cultura y, claro, con los mejores sabores, tanto del mar como de la montaña. 

Belleza natural en el mar 

Son cerca de 200 kilómetros de arena blanca y fina abrazando un mar sereno y caliente. Dividido por el medio (barlovento y sotavento), el Algarve tiene algunas de las playas más bonitas de Europa e incluso... del mundo. Descubrirlas, una a una, es una experiencia rica en desafíos y placer. Por el camino, además de las playas, encontrará grutas, acantilados, rocas y caminos que convierten este rincón portugués en el destino de vacaciones elegido por personas llegadas de todas partes. Desde Aljezur (en la parte sudeste) hasta Vila Real de Santo António (al otro lado), le damos algunas sugerencias para incluir en su itinerario por las mejores playas del sur portugués. 

Hay muchas que aún conservan un lado más salvaje. Entre Odeceixe y Sagres encontrará muchos encantos naturales (aún escondidos entre cuestas y acantilados), algunos solo accesibles por caminos menos visibles. Si le gustan estos auténticos tesoros balnearios, anote las siguientes sugerencias, aún en la parte del barlovento algarvío: Playa de Odeceixe, playa de Amoreira, playa de Monte Clérigo o playa de Arrifana. Son perfectos para vivir días de sueño...  de verano.
Pero el descubrimiento de las mejores playas sigue hasta el otro extremo del Algarve. No muy lejos, en Lagos, está una de las más fotografiadas —la Playa Dona Ana. El azul turquesa del mar, que destaca entre los recortes de los acantilados, le otorga el título de una de las más encantadoras de las región. Aún cerca de allí, encontrará otra maravilla algarvía: la Ponta da Piedade, considerada, por el periódico estadounidense Huffington Post, una de las playas más bonitas del mundo. Al llegar, entenderá claramente por qué. Aproveche y pasee en barco por las grutas que componen el paisaje.  

En Lagoa, graciosamente situada en una pequeña bahía de pescadores, está la Playa de Carvoeiro —a pesar de las buenas infraestructuras turísticas que ofrece, aún guarda el lado más tradicional de la villa algarvía. Después, y ya que está cerca, le sugerimos que visite la Playa de Marinha, otra de las maravillas del sur, en gran parte por los acantilados y por los túneles naturales que la rodean.

Si prefiere días más cosmopolitas y ajetreados, elija una ruta entre las playas de la Falésia (Vilamoura), de la Rocha (Portimão), de la Galé o de la Oura (Albufeira). Además de las playas, estas son zonas del Algarve donde la vida nocturna es más activa. Siguiendo en dirección a Vila Real de Santo António, le sugerimos aún las playas de Cabanas, Manta Rota, Altura y Monte Gordo. Esta ya es la parte del sotavento algarvío, donde las aguas son aún más calientes.

Laberintos de las Pistas de la Naturaleza 

Desde la costanera a las profundidades del interior, de los pueblos más tradicionales y aldeas a los dibujos de las Sierras, la diversidad de el Algarve es uno de sus puntos más fuertes. Es como viajar por diferentes mundos, pero en el mismo lugar. Hay muchas formas de descubrir los mayores secretos algarvíos y muchos caminos para hacerlo. Si le gusta caminar o pedalear por la naturaleza, pruebe, por ejemplo, las rutas de la Vía Algarviana —un recorrido que une Alcoutim al cabo de São Vicente a lo largo de 300 kilómetros (gran parte de la sierra algarvía). ¡Pero todavía hay más!

Tan Hermosa que es esta Ría…

El Parque Natural de Ría Formosa es uno de los mayores tesoros naturales del Algarve y una de las 7 Maravillas naturales de Portugal. En total son cerca de 20 000 hectáreas de superficie protegida, extendidos por cerca de 60 kilómetros de costa y por los municipios de Loulé, Faro, Olhão, Tavira y Vila Real de Santo António. Lo que puede encontrar aquí son dunas, ciénagas, playas y las más diversas formas de vida y diferentes ecosistemas, entre la inmensidad de la flora y la fauna. Entre en el maravilloso mundo de la naturaleza y descúbralo como prefiera, a pie o en barco. Para saber qué recorridos existen y cuáles son los más adecuados para usted, consulte primero la información disponible en el Centro de Educación Ambiental de Marim.

Las islas de la ría

La ría tiene muchos encantos naturales y algunos son en forma de islas. Con cortos viajes en barco podrá conocer auténticos lugares de ensueño. En Faro está la Playa de la Isla de la Barreta (también conocida como la Isla Desierta). Es uno de los secretos más bonitos del Algarve: una playa más aislada, con arena fina, aguas cristalinas y mucho espacio para todos los que la quieran conocer.

Por su parte, la Playa de la Isla de la Fuseta, la Isla de la Culatra y la Isla de Armona son las más cercanas a Olhão. Son islas tan extensas que son perfectas tanto para quienes buscan más agitación como para quienes prefieren un ambiente mucho más tranquilo.

Con cerca de 11 kilómetros de extensión, la Isla de Tavira es otro punto ineludible en este descubrimiento de las islas del sur. Poblada por el día a día tranquilo de los pescadores, aquí el aire puro y la brisa del mar agudizan los sentidos y ofrecen días perfectos de paz y sosiego.

 

El Algarve sabe a mar, a sierra y a... almendra

El Algarve también es una alegría de sabores, resultado de incontables influencias históricas que se fueron mezclando a lo largo del tiempo y que varían en función de las áreas geográficas de la región. Con fuerte influencia mediterránea, la gastronomía algarvía se divide entre la frescura de los sabores de la costa y la sustancia de los que llegan del interior, de las sierras. 

La frescura del pescado y del marisco pertenece a la parte del Algarve con vistas al mar. Al fin y al cabo, es la tierra de muchos pescadores, y probar lo que el mar ofrece es uno de los muchos placeres locales. Cataplana, sopa de pescado, arroz de pulpo, arroz de marisco, sardinas, caballa, atún, fabada de pulpo, calamares y caracolas son algunos ejemplos… deliciosos.

Y por tener una relación tan estrecha con estos sabores, también en el Algarve se celebran los eventos gastronómicos más importantes relacionados con el mar. En Olhão, durante el mes de agosto, tiene lugar el Festival del Marisco y, en Portimão, también en agosto, se celebra, junto a la carretera de la costa, el Festival de la Sardina.

Ya en el interior (en Barrocal y en la sierra algarvía), los platos tradicionales tienen claramente una gran influencia serrana, más rural. Las estrellas en la mesa son los guisados de carne, las fabas a la algarvía o la gallina cerejada.

En Monchique, durante el mes de marzo, se realiza la Feria de los Embutidos Tradicionales, muy famosa por la gran variedad de productos de la región que ofrece: desde los embutidos a la miel, pasando por artesanía y llegando al famoso aguardiente tradicional  el medronho (elaborado con el fruto del madroño que crece en las montañas de la zona).

Algunas de las tradiciones más dulces del Algarve se hacen con almendra y tienen la influencia del paso de los árabes por aquí. Es la tierra de los almendros, por eso, saborear este lugar también implica saborear la esencia de este fruto seco. Una vez allí, pruebe los morgadinhos y la realeza de la repostería —el Dom Rodrigo.

Sí, podemos afirmar con toda seguridad que el Algarve sabe a lo mejor de la vida.

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