Vigo, Un Lugar Que Sabe a Mar

Es la ciudad más cosmopolita y el mayor centro urbano de Galicia. La modernidad, los trazos más antiguos — que todavía conserva — y la fuerza de las costumbres y tradiciones se diluyen con elegancia. Vigo apuesta por la innovación y el futuro, pero conserva y respeta las historias que lo marcan y la cultura que lo define. Vive de los días ajetreados y de las noches de fiesta. Tiene sabor, alegría y gente que recibe a los que llegan con una sonrisa genuina y espíritu de intercambio.

La puerta siempre abierta del Atlántico

El ligero y sugerente olor a salitre se siente en todos los rincones de Vigo. El Atlántico está muy cerca y nos conforta los sentidos. Como cualquier ciudad costera, tiene un puerto que sirve a llegadas y salidas y promueve el consiguiente intercambio de las diferentes culturas. Desde el tiempo de los romanos, muchos fueron los pueblos que llegaron a este diamante gallego y Vigo pone empeño en conservar gran parte de todas esas herencias.

La Puerta del Atlántico, que puede encontrar en Plaza de América, es el monumento que simboliza esa conexión con el mundo y recuerda a todos los que partieron desde aquí a otros continentes y hacia otras aventuras.

A decir verdad, el puerto de Vigo no es un puerto cualquiera. Es uno de los más importantes de España y uno de los principales receptores de pescado fresco y marisco de Europa. La pesca en la ciudad gallega es tan importante que ha sido incluida en itinerarios turísticos. Si tiene interés en conocer más de cerca el día a día de los pescadores, sepa que, durante su visita, podrá acompañar las diversas fases de la actividad pesquera, desde los astilleros en los que se construyen los barcos hasta el ajetreo de la Lonja de Vigo. Si prefiere acompañar solamente la última fase del proceso, con el pescado o marisco soberbiamente dispuestos en el plato, también se encuentra en el lugar adecuado. ¡Más adelante se lo contamos todo!

Vigo, un museo a cielo abierto

Por toda la ciudad existen esculturas que artísticamente enriquecen los jardines, las calles y las plazas más importantes. Todas las obras llevan la firma de escultores reconocidos, como Agustín Querol, Francisco Asorey, Mariano Benlliure, Francisco Leiro, Juan Oliveira, Manuel Buciños o Xoán Piñeiro, y cada una representa una época, una constatación artística o momento histórico. Es interesante descubrirlas mientras paseamos; no obstante, le  sugerimos que conozca algunas: El Sireno de Francisco Leiro, que encontrará en la Puerta del Sol, El Nadador, del mismo escultor y que está a la vista de todos justo al lado de la Ría de Vigo, y Los Caballos, de Juan Oliveira, en la Plaza de España.

Pero el arte y sus más variadas manifestaciones se multiplican por diversos lugares. Para conocer con mayor profundidad la esencia del arte gallego, le sugerimos una visita a la Pinacoteca de Vigo, situada en la Calle del Príncipe. Aproveche y haga una visita al Museo Municipal Quiñoces de León y, ya que estamos, entre en el Museo de Arte Contemporáneo, situado muy cerca de los anteriores.

En Vigo también se encuentra espacio y tiempo para momentos más tranquilos y de contemplación. Un paseo por el Monte do Castro es una buena elección. Además de poder admirar los diferentes contornos de la ciudad y la romántica y poética ría, podrá también disfrutar de los encantos del jardín que encontrará justo en lo alto.

Vigo y sus islas de los amores.

Fueron bautizadas por los romanos como las islas de los dioses, y todavía hoy conseguimos saber por qué cuando las visitamos. Son tres las islas que forman el archipiélago de las Cíes: Monte Agudo, Faro y San Martiño, esta última de difícil acceso. Todas están integradas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, un parque marítimo y terrestre con más de 8000 hectáreas, de las cuales 1195 se encuentran en tierra. Esta especie de cielo ofrece lo mejor de la naturaleza en su estado más puro: escarpas graciosamente diseñadas en el paisaje, playas, aguas cristalinas y una rica diversidad ecológica.

Aquí se encuentra la mejor playa del mundo

O Playa de Rodas, que une la isla de Monte Agudo con la de Faro. La sublime fina y blanca arena que se extiende graciosamente hasta el azul profundo del mar Atlántico le valió en 2007 el pomposo título de la mejor playa del mundo. La cortesía fue del periódico británico The Guardian, y a los gallegos les gusta recordar el reconocimiento con orgullo y razón. Para llegar a este auténtico paraíso tendrá que subirse a un barco en el puerto de Vigo, un viaje con una duración de cerca de 40 minutos. Una vez allí, aproveche para conocer las playas de los alrededores. Si le gusta el camping, puede alojarse en el Camping de Cíes, y vivir una experiencia casi salvaje.

Vigo, para experimentar sabores

Los sabores de Vigo no saben solamente a mar, saben a experiencias épicamente deliciosas, que van desde las típicas tapas españolas y las inconfundibles ostras de la Ría, pasando por los misterios del pulpo gallego, hasta la simplicidad de un maravilloso churrasco. Estamos en Galicia, la buena comida forma parte del alma de la tierra y hasta el paladar más exigente lo agradece.

Puede saborear una de esas experiencias en la Calle de las Ostras (o Rúa Pescadería). Las ostras de la Ría de Vigo son una de las más famosas estrellas culinarias de este rincón gallego, y en esta calle, situada muy cerca del Mercado de A Pedra, podrá asistir a la preparación del sabroso molusco en las diferentes ostreras que lo sirven como manda la tradición.

Como es una ciudad de pescadores, las mariscadas y el famoso pulpo á feira forman parte de cualquier itinerario gastronómico de la ciudad, aunque tampoco puede dejar de probar las empanadas de zamburiña, las xoubas (sardinas) o los pimientos de Padrón. ¿Y de acompañamiento? Una elegante copa del mejor vino blanco gallego, conocido como Albariño.

Movida… ¡la alegría!

Vigo es también conocida como la capital del ocio de Galicia, y por aquí nunca faltan motivos para salir de casa, ya sean estos culturales o de pura y simple diversión. La noche se desarrolla con la alegría clásica española, entre deliciosas tapas, música, bailes y brindis con los mejores vinos. El Casco Antiguo, barrio antiguo en la parte histórica de la ciudad, concentra algunos de los lugares perfectos para una noche con derecho a todo siempre con el espíritu ligero y divertido. Por todas partes hay gente siendo feliz. En los restaurantes, bares, terrazas o incluso en la calle, la dinámica festiva de la ciudad está por todas partes. Plaza de la Constitución, Calle Real, Plaza de la Colegiata o Calle Oliva son algunos ejemplos.

Si prefiere un ambiente más sofisticado, le sugerimos que descubra la zona del Ensanche de Vigo (desde la Alameda hasta Montero Ríos). Incluso puede ir más temprano, ya que en esta zona existen parques, jardines y una zona peatonal en la que puede aprovechar para tomar tranquilamente una bebida en una de sus muchas terrazas.

Si es de los que prefieren una noche más alternativa, sigue en la ciudad adecuada. Vaya hasta Churruca, donde el encuentro con el lado menos obvio de la ciudad es inevitable. Igualmente interesante y tan lleno de vida como los otros, es el lugar del indie, del funk, de la electrónica, del rock, de los amantes de la música en directo y del arte menos convencional.

A fin de cuentas, nos encontramos en la capital del underground, y en lo que concierne a esta cultura urbana, Vigo es un referente español. Junto con Madrid, fue la ciudad de la movida, un movimiento que tomó forma a través de las nociones de contracultura que tuvieron su auge en la década de los 80. La herencia de la cultura independiente sigue sintiéndose en la amplia oferta cultural, que hace que Vigo siga buscando las profundidades culturales emergentes. La vibración artística se mantiene, y no es difícil encontrar una programación a la altura de las mentes más alternativas, en la música o en las más diversas manifestaciones del arte contemporáneo.

Todos los días hay música en Vigo. Y para todos los oídos y sensibilidades. Desde el folk hasta la música experimental, pasando por el rock y por los sonidos clásicos o más tradicionales, esta es una ciudad que sabe moverse al son de muchas y diferentes canciones. En total, tiene 7 recintos (para conciertos y espectáculos) y un número sin fin de bares y salas que acogen este tipo de eventos.
Además de ser música, Vigo es también poesía, sobre todo cuando el sol empieza a ponerse. Hay muchos lugares en los que podrá tener esa experiencia al atardecer: Mirador de Monte do Castro, la playa de Samil, o la Ría, que dulcemente se encuentra entre los lugares más bonitos de Galicia.