Los 12 lugares más destacados de Recife

Todo lo que necesita saber sobre el baile y la música del frevo, tradicional en Pernambuco, se encuentra aquí. Un edificio que ––además de mostrar como se originó el frevo, ritmo musical y baile natural del estado de Pernambuco–– tiene como misión divulgar y ayudar en la formación del baile y la música. ¿Bailamos y nos adentramos en el espíritu del carnaval? Junto a la entrada, dispone de un bar, donde podrá disfrutar del ambiente de un espacio muy acogedor.

Con siete kilómetros de extensión, la playa de Boa Viagem es uno de los lugares para pasear en Recife. Pero tenga cuidado si quiere darse un chapuzón... hay avisos de tiburones en la zona, por lo que deberá evitar bañarse más allá de los arrecifes. Con todo, es una zona muy bonita para relajarse y pasear a cualquier hora... ¡No se pierda la puesta de sol!  

Como el carnaval es la mayor fiesta, es natural que existan muchas referencias a la misma. Y la Embaixada de Pernambuco – Muñecos gigantes de Olinda acoge a algunos de los «protagonistas» que animan la fiesta en Olinda, y que representan a personalidades conocidas del mundo entero, desde el cine y la música hasta la política y la religión o el deporte. Si desea hacerse una fotografía con los «famosos», aquí encontrará desde Pelé hasta Darth Vader, o desde David Bowie hasta el papa Francisco.

La plaza Rio Branco, también conocida como Marco Zero, es enorme, y en ella se encuentra precisamente la señal en la que se miden las distancias oficiales por carretera. Es un lugar en el que se reúnen las gentes del lugar y también los visitantes para apreciar las vistas del río Capibaribe y del Parque das Esculturas Francisco Brennand, que conmemora los 500 años del descubrimiento de Brasil. La plaza está situada al lado de los almacenes (renovados) del puerto, donde se encuentran bares y restaurantes modernos. 

Está situado junto al Marco Zero y en él se vende artesanía representativa de todo el estado de Pernambuco. El Mercado de Artesanía es el lugar ideal para comprar recuerdos, ya que dispone de piezas de diferentes precios. Y hay de todo un poco: mobiliario, piezas de decoración, obras de barro, bordados, madera, vidrio, textiles… artesanía toda ella hecha por figuras más o menos conocidas de la región. ¡No hay nada más típico!

Junto al Marco Zero, a la orilla del río, se encuentran numerosos bares y restaurantes modernos que ocupan los antiguos almacenes. Si antes esta era una zona en la que no había diversión, ahora es precisamente lo contrario: todos los días de la semana hay un pretexto para visitar uno de estos espacios. También aquí (en Armazém 10) encontrará el Cais do Sertão, un museo interactivo sobre el Sertão y Luiz Gonzaga, considerado como uno de los mejores museos de Sudamérica.

Si se aloja en uno de los hoteles (le sugerimos el Atlante Plaza Hotel) junto a la playa de Boa Viagem, estará a dos minutos caminando de la tradicional Feria de Boa Viagem. Existe desde 1966 y, además de artesanía —y otros artículos de recuerdo––, podrá encontrar numerosos puestos de comida, dulce y salada. Aquí también podrá encontrar la iglesia de Nossa Senhora da Boa Viagem, que da nombre a este lugar.

Para aprovechar mejor su tiempo en Recife, puede realizar un paseo en barco por el río Capibaribe. Catamaran Tours, que sale del Cais Santa Rita, hace paseos nocturnos en los que es posible descubrir la historia y la arquitectura de la ciudad y contemplar la iluminación de la misma. Es un paseo imprescindible. Antes del salir en barco, podrá cenar junto al muelle de salida.

Figura de las artes, Francisco Brennand es muy conocido por su trabajo en la pintura y la cerámica. Aquellos que deseen ver y aprender algo más sobre su figura, podrán visitar el museo instalado en la Oficina Cerâmica Francisco Brennand. El artista pernambucano ha expuesto aquí numerosas obras: desde cuadros y dibujos hasta obras de cerámica que reflejan una vida dedicada a las artes. Además de los espacios cerrados, existen obras repartidas por los jardines, y cuenta asimismo con un bar y una tienda.

Lugar encantador, de casas coloridas, con muchos talleres de artesanía y mucha historia (era llamada la «Lisboa pequeña»), que se ha traducido en una riqueza tal que la ha convertido en Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad de la Unesco desde 1982. Desde el Alto da Sé se tienen unas vistas deslumbrantes de la costa y de las diversas iglesias de los alrededores (todas orientadas hacia la catedral). Es conocida también por su gran fiesta de carnaval, con los desfiles de los Muñecos gigantes de Olinda.

A algunos kilómetros de Recife se encuentra Porto de Galinhas, conocida por sus playas, complejos turísticos y cocoteros, que dan al lugar un toque paradisíaco. Si no dispone de tiempo para otra cosa, al menos visite las piscinas naturales, de aguas cristalinas, en las que no necesita bucear para ver todos los peces. Los paseos hasta las piscinas naturales, formadas por los arrecifes en marea baja, se hacen en balsas, de forma tradicional. ¡Imprescindible! 

Fundado por el coleccionista pernambucano Ricardo Brennand, está considerado uno de los mejores museos de Brasil. Empezó hace unos años, a partir de una colección personal de armas blancas (actualmente son más de 3000 piezas) y, hoy en día, es un museo ecléctico que alberga parte de la historia local e incluso mundial. Como obras importantes tiene réplicas del David (Miguel Ángel) o El Pensador, de Rodin, por ejemplo.